La IA generativa ha acelerado el ritmo digital de la TI empresarial en los últimos dos años. La puesta en marcha de importantes proyectos piloto ha puesto de relieve la necesidad de una mayor flexibilidad en un mercado cada vez más competitivo. La integración de soluciones avanzadas de IA hará posible aprovechar nuevas oportunidades a escala global. Los líderes esperan resultados tangibles a corto plazo, en cuestión de meses, en lugar de años.
Para los CIO, esta transformación representa tanto una oportunidad como una presión. El reto no se limita a la adopción de la IA, sino a su rápida y segura operacionalización, de forma que genere valor para el negocio. Para muchos, el proceso suele comenzar por la base, es decir por la infraestructura. La velocidad es fundamental. Sin embargo, para avanzar con rapidez, los líderes de TI deben pensar más allá de las opciones tecnológicas y empezar a centrarse en los ecosistemas de partners.
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La IA define el ritmo de la innovación
La IA no es simplemente otra carga de trabajo. Está transformando nuestra concepción de las habilidades, las aplicaciones y la infraestructura. Los modelos necesitan acceso a los datos, independientemente de su ubicación: nubes públicas, centros de datos y, cada vez más, el edge. Necesitan potencia de cómputo flexible, gobernanza y observabilidad, con capacidad de escalabilidad en toda la organización. Para la mayoría, probablemente no será solo un modelo de IA, sino múltiples modelos, aplicados a diversos casos de uso, departamentos y ubicaciones geográficas.
Es fundamental comprender que la IA no sustituye a las aplicaciones tradicionales, sino que las aumenta. La IA depende de las mismas bases híbridas que las empresas han estado construyendo durante años. Sin embargo, exige que estos cimientos ofrezcan mayor velocidad, flexibilidad y alcance en diversos entornos.
Si la IA es el chófer, la nube híbrida es el coche y el ecosistema de partners, el motor
Ningún proveedor por sí solo puede cubrir todas estas necesidades y, en realidad, ningún cliente desea una solución monolítica. La empresa actual, y la del futuro, es un organismo complejo compuesto por partners: especialistas en ciencia de datos, plataformas de IA, ISV (proveedores independientes de software), hiperescalares, integradores de sistemas (SI), fabricantes de equipos originales (OEM), entre otros.
Los líderes de TI actuales entienden esto y saben que no se trata solo de elegir la tecnología adecuada, sino de elegir partners que hayan construido ecosistemas sólidos, lo que minimiza el riesgo y acelera los resultados. Los clientes buscan opciones y flexibilidad, ya sea que quieran volver a un entorno local, pero deseen la misma migración más fácil que con un entorno de nube híbrida, o si quieren implementar soluciones más rápido y liberar al personal para innovar. No existe una solución «única que encaje para todos»; la clave reside en la combinación de expertos fiables que ayuden a las empresas a transformarse para la nueva era digital.
Estamos constatando las ventajas de este modelo. Dell y Red Hat, por ejemplo, se han asociado para crear plataformas preconfiguradas e integradas que combinan hardware, software, redes, automatización y otros elementos, listos para usar. Lo más importante es que estas plataformas se están entregando a escala a través de socios como Accenture y Kyndryl, que aportan su valiosa experiencia sectorial.
Los resultados son tangibles: las organizaciones están experimentando tiempos de despliegue hasta un 90% más rápidos en comparación con los enfoques DIY, lo que resulta especialmente valioso en sectores como las finanzas y el comercio minorista, donde el tiempo de obtención de valor puede ser determinante para la competitividad. En estos casos, una solución preconfigurada puede actuar como garantía de éxito, con el hardware implementado, la infraestructura preconstruida, la red configurada y las ventajas habituales de Red Hat OpenShift disponibles desde el momento en que se pone en marcha.
La velocidad, la nueva ventaja estratégica
La velocidad ha dejado de ser algo deseable, pero no indispensable. Ahora se trata de un factor diferenciador que puede impulsar la trayectoria empresarial, especialmente en esta nueva era de la IA, donde las oportunidades para crear soluciones innovadoras y posicionarse como pioneros son inmensas.
Sin embargo, la velocidad no debe implicar comprometer la calidad ni asumir riesgos innecesarios. En el panorama actual de la TI, la estabilidad no reside en el control absoluto, sino en la elección de partners flexibles, contrastados y preparados para evolucionar al ritmo de la IA. Un ecosistema de partners adecuado libera un nuevo nivel de agilidad, minimizando la fricción, distribuyendo el riesgo y permitiendo una velocidad sostenible.
A pesar de la rápida innovación en torno a la IA, aún se presenta un panorama de oportunidades inexploradas. La combinación de tecnología fiable y los partners adecuados permite a los líderes de TI dejar de lado los desafíos de la infraestructura y centrarse en las oportunidades de innovación que se avecinan. Hay quienes se preocupan por los detalles técnicos y quienes simplemente desean llegar del punto A al punto B de la forma más rápida y segura posible. Un enfoque basado en un ecosistema de partners, facilita ambos objetivos: las organizaciones ya no tienen que elegir entre estos extremos para superar a la competencia.